Mi acompañamiento terapéutico se da desde el prisma de la salud integral, es decir, un enfoque holístico que abarca el sentido de salud como el equilibrio físico, mental, emocional y social de una persona junto a su desarrollo espiritual. Este enfoque totalmente personal, se nutre por los diferentes aprendizajes y experiencias que elijo y transito, guiado siempre desde la aceptación y la empatía, tratando de desarrollar una sensibilidad donde tu necesidad sea atendida y acompañada desde el mayor respeto y amor.
¿Qué somos?
Si observamos el origen de la palabra “individuo”, proviene del latín individuus, que significa "indivisible" o "sin división", formada por el prefijo de negación in- ("no") y el adjetivo dividuus ("divisible") que deriva del verbo dividere ("dividir"). Por lo tanto, etimológicamente, un individuo es aquello que no puede ser dividido.
Mi forma de concebir la terapia se basa en la búsqueda de un equilibrio entre las diferentes partes que componen nuestro Ser. Esto supone un acercamiento integrativo que comprende el proceso como único en cada persona, donde las herramientas del terapeuta se ponen al servicio para confiar en la persona el poder de desarrollar su propia salud. El cuerpo, la mente y el alma funcionan de manera interrelacionada dándonos importante información sobre todo nuestro mundo, información que hemos de aprender a escuchar. En todo ello, atendemos al poder del subconsciente como espacio donde se recogen nuestras vivencias, siendo el cuerpo donde se almacenan finalmente y el escenario a través del cual se expresan.
“Si no somos capaces de sentir profundamente, difícilmente podremos pensar con claridad.”